29 de noviembre de 2012

Intocable - Philippe Pozzo di Borgo

Intocable Philippe Pozzo di Borgo

Quien lea este libro tras leer la película, pensando que será lo mismo, se equivoca. Apenas tiene nada que ver. Bueno, sí, claro, tiene que ver porque las personas que aparecen son las mismas. Pero la historia, que en la película se centra absolutamente en la relación entre ambos personajes (Philippe el paralítico y su cuidador, Driss), en el libro se centra mucho más en Philippe, en su vida, en su historia de amor con Béatrice, y esto en la película apenas se esboza. En realidad este libro son dos: "Le second souffle" ("El nuevo aliento",  algo así como la segunda oportunidad), y "Diable gardien" ("El diablo de la guarda", en alusión a su cuidador, que en la vida real se llama Abdel y no es senegalés sino argelino).

En el primer libro se detalla la historia de Philippe y Béatrice que se enamoran perdidamente y viven su relación como en un cuento de hadas. Es amor en estado puro, azúcar y almíbar. Cuando lees de sus problemas para tener hijos y los has tenido tú misma, sientes un nudo en el pecho. Béatrice enferma de cáncer y unos años después, en un accidente de parapente, Philippe queda tetrapléjico. El relato de sus sufrimientos, los de ambos, también es tremendo. Aparece, muy levemente, Abdel, el cuidador, que, desde luego, no despierta la misma simpatía que Driss, el coprotagonista de la película.

En el segundo libro la historia se centra más en la relación de Philippe y Abdel, pero es mucho más ligera que en la película. Abdel es un bicho de cuidado, eso sí, pero aunque las anécdotas que aparecen en la película y en el libro sean suyas, protagonizadas por él, está claro que el actor que le interpreta (Omar Sy) se come el papel, lo hace suyo y nos lo entrega de una forma totalmente distinta a cómo se ve la vida de Abdel en el libro.

Una cosa que me llama la atención de la contraportada del libro es que pone "Una conmovedora y divertida historia verídica sobre dos hombres que no se habrían conocido en circunstancias normales: un aristócrata tetrapléjico tras un accidente de parapente y un joven senegalés de los suburbios, de carácter difícil y orgulloso, que se convierte en su cuidador". Para mí está claro que el que hizo esta entradilla en la contraportada no se había leído el libro, porque entonces tendría claro que el joven senegalés de los suburbios no existe más que en la película. Anagrama se ha dado por enterada y en su web ya deja claro que el joven es argelino. Cosas de las prisas por publicarlo, supongo.

27 de noviembre de 2012

El hombre que se esfumó - Maj Sjöwall y Per Wahlöö


Martin Beck está a punto de comenzar sus vacaciones de verano cuando desaparece el periodista Alf Matsson en Hungría, cuando aún era un país socialista detrás del telón de acero. Beck decide encargarse del caso, si bien no existe denuncia previa, y marcha a Hungría a seguir los pasos de Matsson. Pero las cosas no son lo que parecen, y tirando de aquí y de allá va desenredando una trama extraña. Además, le persiguen, y él cree que es la policía, pero la realidad es otra. Poco a poco, a base de hilar muy fino y de tirar de hilos que parecen alejados entre sí, va llegando a las conclusiones que le llevarán a resolver tan misteriosa desaparición.

Choca leer algo de la época de la guerra fría, el telón de acero y demás. Parece estar tan alejado en el tiempo, y no hace tanto (cielos, acabo de mirarlo, ¡¡hace ya veintitrés años!!). 

El libro está bien, la trama bien llevada, aunque no sé si es que soy yo y ando muy cansada, pero tampoco me ha parecido nada del otro jueves. 

18 de noviembre de 2012

Motivo de ruptura - Harlan Coben


Pues no sé qué decir... Me la he leído. Me he quedado un poco que ni fu ni fa. No está mal, entretiene, pero es... poco creíble.

Myron Bolitar es representante de deportistas en Estados Unidos. Representa a Christian Steele, un jugador de fútbol americano, para el que está tratando de firmar un contrato de lo más ventajoso. Pero las cosas parecen torcerse cuando Christian recibe una revista pornográfica con la de foto de su ex-novia,  Kathy, desaparecida dos años atrás. Casualmente, la ex-novia de Christian era hermana de la ex-novia de Myron, que, casualmente también, reaparece en escena tiempo después de haber dejado a Myron. Jessica, pues así se llama la hermana de Jessica, reaparece porque su padre ha muerto de una puñalada y viene al entierro. En un alarde de ingeniería mental, Jessica está convencida de que la desaparción de su hermana y la muerte de su padre guardan alguna relación y entonces recurre a Myron, que antes de ser representante fue deportista y agente del FBI junto a su amigo Win, para que le ayude a encontrar el nexo de unión entre ambos hechos. Win es un pirado, amante de las artes marciales pero muy dado a cargarse al personal cuando considera necesario, o bien a infrigirles el mayor daño posible. Con estos mimbres nos hacemos un cesto raro, raro. Sobre todo me descuadra el puritanismo de Myron, al que le cuesta decir el nombre de la revista porno que "protagoniza" parte de la novela ("Pezones" es el nombre de la revista) porque le hace sentirse apurado. Y contrasta porque un tío capaz de mandar matar a otro no parece muy dado al escrúpulo, francamente, y menos del tipo de "qué vergüenza me da decir la palabra "pezones"". Pero además resulta de lo más pesado por lo sarcástico, es chulillo chulillo, pero sin gracia.

La resolución de la trama está de lo más traído por los pelos, la verdad. 

12 de noviembre de 2012

Y a mi sobrino Albert le dejo... - David Forrest

David Forrest - Y a mi sobrino Albert le dejo...

El nombre completo de esta novela es "Y a mi sobrino Albert le dejo la isla que le gané a Fatty Hagan en una partida de póquer". La leí hace muchísimo tiempo y recordaba que me había parecido muy divertida. Y al encontrarla en el ciberespacio la he vuelto a leer.

Albert hereda una isla en medio del Canal de La Mancha. Apenas un islote del tamaño de la isla de Perejil. Cuando va a tomar posesión de ella, encuentra a una chica desnuda tomando el sol. Es Victoria. Obviamente, él se enamora como un becerro de ella. Van juntos cada día a la isla hasta que de pronto un día, cuando están a punto de consumar su amor, un buque "pesquero" soviético embarranca en la isla. Como en realidad no es un pesquero sino un buque espía (aunque la mayoría de sus tripulantes sean pescadores), los soviéticos deciden alquilar la parte de la isla en la que el barco ha encallado para poder esconder sus intenciones hasta conseguir sacar el buque, pagándole a Albert una cantidad escandalosa de dinero. Enterados los estadounidenses de que los rusos han instalado una base soviética en medio del canal, deciden alquilar la otra mitad de la isla y la llenan de marines. 

Lo que al principio es casi una declaración de guerra se va volviendo, poco a poco, una convivencia pacífica, en la que comparten suministros, ideas, vestuario, conocimientos... creando una "entente cordiale" que para sí quisieran los estados implicados. Con algunos sustos, eso sí, pero con mucho humor. Hasta se montan su propia destilería clandestina para tener reservas de alcohol suficientes para soportar la "dureza" de la estancia. Pero es la destilería la que acabará por hacerlo reventar todo. 

Muy, muy divertida.