25 de abril de 2013

Flavia de los extraños talentos - Alan Bradley


Flavia de Luce es una niña de once años que vive en una mansión junto con su padre y sus dos hermanas mayores, a las que detesta. También habita en la mansión Dogger, un jardinero-mayordomo-chófer que fue compañero del padre de Flavia en alguna guerra, y que padece algún síndrome asociado a la guerra.

Flavia tiene una pasión, la química, desde que descubrió la existencia de un laboratorio de lo más completo en la mansión, lleno de libros de química que le fascinaron nada más poner sus ojos en ellos. La niña es capaz de sintetizar los peores venenos a partir de las simples plantas del jardín, así que no es una niña cualquiera.

Una noche, Flavia oye gritos y, espiando, descubre que su padre, adicto a la filatelia, está discutiendo acaloradamente con un hombre que más tarde encuentra exangüe en el jardín, y que muere mientras le observa. Sólo dice una palabra, en latín: Vale! La policía detiene a su padre en la creencia de que es el autor del asesinato y Flavia, que no quiere ser una plañidera como sus hermanas, decide investigar la muerte del hombre por su cuenta, metiéndose en berenjenales cada vez mayores pero haciendo interesantes descubrimientos. 

Flavia es todo un personaje, una niña fuerte y con una mala leche importante, que se ha hecho la dura en un ambiente hostil (sus hermanas son odiosas y la madre murió cuando ella tenía tres años), y tiene un punto de ironía y sarcasmo que me gusta. El libro es entretenido, ligero, no para comerse la cabeza, por supuesto, pero con su intriga y su misterio. Lo recomiendo para tardes de piscina o entre libro intenso y libro intenso. 

19 de abril de 2013

La interpretación del asesinato - Jed Rubenfeld


En algún sitio leí que estaba bien. Claro que la lectura anterior había dejado el listón bastante alto. Pero "La interpretación del asesinato" me ha aburrido un poco. Demasiada paja psicoanalítica de por medio, aunque sea necesaria por la presencia de Freud y Jung en la trama. 

La historia transcurre en Nueva York, año 1909. Una hermosa mujer aparece asesinada en su apartamento, colgada de un gancho, azotada y con heridas cortantes, muerta por asfixia. La mujer vivía en un lujoso edificio propiedad de un rico magnate, amigo del alcalde de Nueva York, por lo que éste decide encargar la investigación directamente al forense Hugel y asignarle a un policía recién llegado y por tanto aún sin corromper: Littlemore. Al día siguiente, Nora Acton, una jovencita de buena familia, aparece en su habitación colgada, azotada y con heridas, a punto de la asfixia. No puede contar lo que le ha sucedido porque ha perdido la voz y la memoria.

Al mismo tiempo, Freud, Jung y Ferenczi llegan a los Estados Unidos para dar una serie de conferencias en una universidad. Son recibidos por Brill, Jones y Younger, tres de sus más fervientes seguidores. El alcalde sabe de la llegada de tanta eminencia y encarga a Freud que psicoanalice a Nora, a ver si consigue sacarla de su amnesia. Freud delega en Younger esta tarea. 

La trama de investigación pura y dura está bien, aunque hay ratos que se vuelve un poco farragosa. La parte de la novela dedicada a psicoanalizar a Nora se hace peñascosa y absurda por lo insistente en traumas  por  abusos sexuales, complejos de Edipo y celos hacia su madre. La parte dedicada a analizar psicoanalíticamente "Hamlet" era que para qué contar. En resumen, que me sobra demasiado para considerar que merece la pena leerla.

3 de abril de 2013

La mujer que arañaba las paredes - Jussi Adler-Olsen

La mujer que arañaba las paredes Jussi Adler Olsen Departamento Q

Hacía mucho, muchísimo, que un libro no me enganchaba tanto como éste. Ayer, cuando creía que me faltaban diez hojas, no entendía cómo podía acabarse en sólo diez hojas, y fue cuando me di cuenta de que me quedaban ciento diez. Pero no podía dejar de leer y aparqué todo lo demás para acabarlo. ¡¡Bufff!! Es intenso y tenso. He odiado vivamente a mi vecino Pedro, que es un amor, cada vez que me lo encontraba en la cola del bus, porque eso implicaba que no iba a poder leer camino a casa...

Cuenta la historia de Merete, una política con un futuro prometedor, que es secuestrada y recluida en una cámara durante muchos años (no desvelo nada importante, se cuenta prácticamente en la primera página). Su desaparición se produce durante un viaje en barco con su hermano menor Uffe, un chaval con cierto retraso mental debido a un accidente de coche en el que murieron los padres de ambos. El caso de la desaparición se cierra, dando por sentado que Merete se ha suicidado tirándose por la borda.

Cinco años después, el subcomisario Carl Morck vuelve al trabajo tras recuperarse de las heridas recibidas en un tiroteo en el que ha muerto un compañero y otro ha quedado tetrapléjico. Carl está sumido en la indolencia y pasa de todo, por lo que se le asigna la jefatura del recién creado Departamento Q, una especie de "trastero de personas", dedicado exclusivamente a la investigación de casos viejos y aparentemente sin resolver. A base de ponerse cansino, después de aburrirse jugando al solitario en el despacho que le han montado en el sótano, consigue que le asignen un ayudante para hacer los recados y limpiar. El ayudante es el sirio Hafez el Assad, un tipo peculiar, con un conocimiento del danés también un poco peculiar, y unos métodos de trabajo cuanto menos curiosos. Se supone que Hafez no es investigador, pero dado que se aburre mucho, consigue que Carl le deje leerse un expediente, que resulta ser el de la desaparición de Merete. Cuando el jefe de la policía empieza a presionar a Carl para que le cuente cómo lleva las investigaciones, éste no tiene más remedio que ponerse las pilas y empezar a trabajar. 

A lo largo de toda la novela se intercala la historia de la tremenda reclusión de Merete con la de Carl y Hafez y sus investigaciones. Merete sufre una tortura que ríete tú de los presos de Guantánamo: no sólo privación sensorial, luz permanente u oscuridad permanente. Es torturada de un modo sumamente cruel y original. El nivel de tensión va aumentando a medida que transcurre la novela y Merete oscila entre suicidarse o mantenerse con vida para poder vengarse. 

Las últimas cien páginas son de verdadero infarto. Yo creo que desde la saga Millenium, no me gustaba nada tanto. Tanto, tanto, que ya tengo los otros tres libros del Departamento Q, aunque voy a dejar reposar éste leyéndome otra cosa entre medias. Es altamente recomendable. Jussi Adler-Olsen le da sopas con onda a muchos otros escritores de novela policíaca. No os lo perdáis.