30 de agosto de 2013

La bofetada - Christos Tsiolkas


A pesar de lo que su nombre nos pueda sugerir, Tsiolkas no es griego, sino australiano. Así que nos traslada la acción de su novela a Australia, aunque muchos de sus protagonistas sean de ascendencia griega.

Todo comienza en casa de Aisha y Héctor. Sus amigos y familiares se reúnen en una barbacoa organizada por los dueños de la casa. En un momento dado, Hugo, un niño mimado y consentido, es abofeteado por Harry, el primo de Héctor, ante el estupor, la indignación o los aplausos (internos) del resto de los concurrentes. A partir de ese momento, cada uno cuenta los hechos desde su punto de vista, y nos vamos enterando de sus vidas, de sus formas de ser, de lo que les pasa, en una sociedad multicultural y aparentemente bien integrada.

Hugo es un niño absolutamente malcriado y sobreprotegido por su madre, Rosie, que es íntima amiga de Aisha. Al momento de ver a su hijo abofeteado por Harry, decide denunciar a éste por maltratar a un menor, arrastrando a su marido, Greg, en su indignación y apoyada por algunos de los presentes. Si bien Hugo es odioso, Harry no es precisamente un santo, como descubrimos más tarde. En general, todos los personajes tienen un trasfondo, algo que esconder: infidelidades, drogas, malos tratos, economía sumergida... La historia la cuentan varios personajes y se va hilando a lo largo de seis meses, que es lo que tarda en salir el juicio tras la denuncia. Así conocemos la vida de Rosie y Greg, de Anouk, de Harry, de Connie, de Héctor y de Aisha y del padre de Héctor. Ninguno de ellos te despierta totales simpatías o totales antipatías, excepto, en mi caso, Harry. Cada uno da su visión del acto que da nombre a la novela, y en algunos casos te hace ver otros puntos de vista en los que no habías pensado.

También es un retrato de la sociedad australiana, multicultural, multirracial, integrada, moderna, sin que nada parezca chirriar. No sé si es así realmente, claro, porque yo de Australia poco sé. Es interesante ver el contraste entre la vida de los padres de Héctor, griegos emigrados a Australia, y la de Héctor, que ya es australiano y no vive "a lo griego".

Es un libro que merece la pena leer, la verdad. Y no es fácil de encontrar. Lo peor de todo es que lo tenía en la estantería desde hace más de un año y con esto del ebook hasta había olvidado que lo tenía. 

27 de agosto de 2013

El mensaje que llegó en una botella - Jussi Adler-Olsen


Me lo acabé el día 19, volviendo de viaje. No pude turnarme conduciendo con mi chico hasta que lo acabé porque no podía dejar de leer...

Una botella con un mensaje dentro aparece en las costas de Escocia. El policía encargado de recogerla sufre un percance y la botella permanece olvidada durante años en el que fue su despacho hasta que una persona la abre y encuentra dentro los restos de un inquietante mensaje de socorro. Tras ser estudiado por los técnicos en estas cosas, la botella es remitida a Dinamarca, pues de ahí parece haber partido, y recala en la mesa de Carl Morck. Y con estos mimbres ya podemos preparar este otro cesto de Adler-Olsen, tan tenso como los anteriores, tan lleno de maldad, de dolor y, en este caso, de sectas religiosas. Carl, Assad y Rose se meten de lleno a investigar mientras pelean con inspección de salud por el amianto presente en la zona donde está ubicado su despacho. Además, Rose se pone enferma y la sustituye su gemela Yrsa, que es su absoluto contrapunto (algo así como si Draculaura tuviera una hermana como Barbie). 

La investigación, a ratos, me ha parecido un poco jaleosa, cuando parecía haber pasado una semana a lo mejor habían pasado unas horas. Puede que me lo haya parecido a mí porque me lo he leído con los niños alrededor, a trompicones, en el viaje, en huecos libres, y no he podido darle una continuidad a la lectura. Pero vamos, eso no resta un ápice de tensión al libro. Si acaso, los finales me empiezan a parecer iguales... 

No os lo perdáis, de verdad, Una vez más, mis uñas han sufrido lo suyo...


13 de agosto de 2013

Verano en English Creek - Ivan Doig


Es bonito, pero a ratos un poco cansino. La vida de un niño de catorce años en Montana, hijo del forestal del bosque nacional de Two Medicine, en el año 1945 no da para mucho. Desde luego esa vida es completamente distinta a la de un niño de catorce años de hoy en día, pero eso no le da mucha más emoción. Tiene interés la lucha interna del niño por querer ser mayor y encontrarse con que los mayores no le consideran como tal. Y tiene interés la lucha de su padre contra el fuego y los incendios (no provocados en aquella época, no como ahora), cómo afronta los recortes económicos en la lucha contra incendios (¿os suena?). Pero está lejos de la otra novela de Doig ("Una temporada para silbar").